Hola a todxs, queridos amantes de la literatura!!
Hoy vengo nuevamente con la reseña de un libro argentino, cuya historia de como llegó a mis manos es explicada en la opinión personal. Pero ¿Saben qué? Me hubiese gustado leerla en la secundaria (solo que creo que no se había publicado todavía 😆).
Bueno, para no hacer muy larga la entrada, vamos a ver qué tenemos hoy…
El Autor:
Martín Blasco: Nació en Buenos Aires el 24 de febrero de 1976. Cursó el secundario en el Normal Nº 1, estudió música en el Instituto Vocacional de Arte “Manuel José de Labardén”, para luego estudiar dirección y guión de cine y televisión. Trabajó en algunas películas y en programas de televisión, como guionista y productor, en Canal 13, Telefé, Canal 9, Canal 7 y la señal educativa Encuentro. Su cuento “¿Para qué sirve la corbata?” ganó el segundo premio en el concurso de Imaginaria-EducaRed y se convirtió luego en su primer libro, Maxi Marote, en el que el autor incluye situaciones “rescatadas” de la realidad y homenajea a algunos de sus compañeros de la escuela primaria al dar nombre a los personajes.
El libro.
Sinopsis:
En 1910, una Buenos Aires feliz se prepara para los festejos del primer Centenario. Alejandro, un joven periodista, recibe un encargo tan siniestro como perturbador: investigar la desaparición de cinco niños ocurrida más de dos décadas atrás.
Una joven que no recuerda nada de su vida, un hombre que se comporta como un perro y las oníricas imágenes de una sesión de hipnosis son las pistas que guiarán a Alejandro, y también al lector, hacia un final completamente inesperado.
Opinión personal:
“El Dr. Andrew quería hacernos mejores, ¿se da cuenta? Él quería hacer un mundo mejor, pero para eso hay que correr riesgos, ¿entiende? Y él no temía correrlos. Voy a darle un ejemplo práctico que Andrew siempre usaba: ¿sabe usted quiénes construyeron las primeras carreteras, fuertes, edificios, teatros, monumentos, en fin, toda construcción importante de cualquier civilización?: los esclavos. Sin los esclavos no tendríamos ni pirámides de Egipto, ni Muralla China, ni Partenón, ni pirámides aztecas.
Fue gracias a esa mano de obra gratis, obligada a trabajar hasta morir, que la civilización humana dio un paso adelante. La esclavitud es moralmente incorrecta, por supuesto, toda persona civilizada y moderna está de acuerdo en eso, pero la realidad es que si nunca hubiera existido, el mundo no sería lo que es. No habría avanzado. Le debemos mucho a la esclavitud. ¿Moraleja? A veces es necesario dejar la moral de lado para avanzar…”
Como siempre con este tipo de libros, antes de contar qué fue lo que me pareció, voy a hacer un breve resumen de cómo llegó a mis manos.
Tengo una amiga que es mamá soltera y que, hace más o menos dos años, decidió acabar sus estudios secundarios, los cuales había abandonado cuando le faltaba solo un año para acabarlos por cuestiones personales, para darle un ejemplo de superación a su hija.
Decidió que los estudios los acabaría en la misma escuela a la que habíamos ido de adolescentes porque 1. era la escuela a la que habían asistido sus amigos, su madre y su hermana, 2. se sentía cómoda yendo ahí, siendo que conocía a los profesores y 3. La escuela tiene educación para adultos en el turno noche, que era el horario que ella tenía disponible.
¿Por qué cuento todo esto? Porque ella tuvo que leer este libro para la materia de Lengua y Literatura. Le gustó tanto que, sabiendo que yo leo, me dijo que tenía que conseguir un ejemplar de este libro. De hecho, estas fueron sus palabras: “sé que te gusta tanto leer, que tenés muchísimos libros pendientes, pero es que este libro te va a volar la cabeza. ¡Es impresionante!”
¿Y saben qué? ¡Tuvo razón! Porque, ya desde el primer capítulo, se nos muestra una historia que te va a atrapar.
El libro no tiene capítulos numerados, pero vamos a decir que son 55. 25 de ellos son apartados en formato epistolar, desde el punto de vista del villano en el pasado de esta historia, y la mayor parte del resto, son en el formato más “normal” siguiendo al protagonista en el presente.
Edificio "La Prensa" en la actualidad. |
Mientras te plantea el enigma, te dibuja a la Buenos Aires de 1910, tan a la perfección, que es como si vos mismo estuvieras allí. Con decirles solo un ejemplo, Alejandro (nuestro protagonista) trabaja en el diario La Prensa, un diario que hoy en día ya no existe, pero que perdura en la memoria colectiva por su impresionante edificio, y éste es descrito a la perfección en esta novela.
Muchas veces, sentí como si estuviera leyendo las descripciones que hacía Sábato de Buenos Aires en sus novelas…
Además, los personajes son argentinos hasta la médula, y eso es de lo que más me gusta. Me gusta leer a gente que tiene el mismo tipo de humor negro que tengo yo, con mi mismo sarcasmo, y la misma manera de tomarse la vida con soda.
Otro punto a favor es la descripción de la situación político-social que hace de ese entonces:
“Cada día, dos visiones de la Argentina se enfrentaban en los diarios y las revistas del país. Estaban los que acusaban a los italianos, españoles, alemanes, polacos y rusos de corromper una supuesta pureza nacional; y estaban los que creían que el problema era que la antigua oligarquía local temía perder el poder. Como hijo de inmigrantes, Alejandro había dejado clara su posición en algunas notas firmadas para publicaciones menores, en las que podía expresarse con más libertad que en La Prensa. Una de esas notas, en la que se burlaba de la ley contra los inmigrantes propuesta por Miguel Cané, había sido bastante popular entre quienes estaban a favor de la inmigración.”
Aunque, un punto en contra es que tiene demasiados errores de redacción (y no se lo puedo dejar pasar, porque es un libro publicado por una editorial): ¡con decirles que en vez de decir Miguel Cané decía Miguel Cañé! (supongo que se refiere al escritor de juvenilia, que también fue intendente de la ciudad de Buenos Aires)
Por lo demás, y sin entrar en spoilers porque no es un libro tan conocido como debiera, diré que mi amiga tenía razón y es un libro que vale la pena leer porque te mantiene enganchado, atrapado a sus páginas desde el segundo Cero en que empezás a leer y, aunque yo me veía venir el final, aunque me imaginaba cuál iba a ser el plot twist de este libro, aún así no deja de ser impactante.
Amira, Damian, Dimitri, Dante y José, las víctimas del doctor Andrew (a los cuales llama azul, negro, marrón, blanco y verde respectivamente), son personajes que todo el tiempo te hacen preguntarte qué fue lo que pasó con ellos. El doctor Andrew, por otra parte, es un personaje que es tan odioso que se hace querer, porque aún con la mente retorcida que tiene, tiene su lógica y es una lógica que es chocante y desconcertante. Un ejemplo muy claro de esto es la frase que puse al inicio de la reseña, y que se podría traducir como algo parecido a “el fin justifica los medios”.
Esto se traduce en que la creación de personajes es muy buena, y si a eso le sumamos que la narrativa es atrayente, las descripciones te transportan a las descripciones de los libros de autores clásicos argentinos, y que al mismo tiempo la situación de la novela te hace transportarte a la Buenos Aires de 1910… Eso hace que una como lectora no pueda por menos que ponerle un 9/10 (4,5/5 ✨), porque de todas maneras, aunque tenga unos errores de ortografía que no se sabe cómo corno llegaron a la edición si se supone que una editorial tiene que tener correctores, es un libro que a mí como lectora argentina me hace pensar que la literatura de mi país todavía está viva.
Con esto, me despido.
Hasta la próxima semana.
BYE!!
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