¡¡¡Saludos, queridxs yogurines y amantes de los libros!!!
Seguimos con las reseñas a mitad de semana… por ahora.
Esto es Es sobre un cuento que está situado en el mes de mayo en un año muy específico y especial para la historia Argentina, y que yo debería haber leído más o menos para esas fechas pero me quedó muy larga la lista de libros pendientes este año y por eso no pude llegar a leerlo en esas fechas, sino que lo pude llegar a leer ahora.
Pero bueno, para no hacerla tan larga voy a pasar directamente a la ficha de autor. Aunque, antes que eso, voy a destacar que es un libro infantil -sí- pero lo podemos leer también adolescentes, adultos y de otras edades.
La autora:
Nació en Olivos, provincia de Buenos Aires. Cursó el Profesorado de Literatura, Latín y Castellano y asistió a numerosos cursos de perfeccionamiento en el área de las Letras. Fue directora del suplemento infantil del diario La Voz y realizó colaboraciones en distintos medios gráficos. Ha desarrollado una importante labor orientada a los niños en la Secretaría de Derechos Humanos del gremio de prensa y ha sido coordinadora general del Departamento de Promoción y Difusión de Libros para Chicos y Jóvenes de Editorial Sudamericana.
En reconocimiento a su labor literaria ha recibido numerosos premios y distinciones. Entre otros, el Premio Casa de las Américas 1986 por su obra Cuentos y chinventos y el Tercer Premio Nacional de Literatura por Las visitas, otorgado por la Secretaría de Cultura de la Nación, Buenos Aires, 1995. Las visitas, además, integró la lista de honor IBBY en 1994.
Entre sus más de setenta obras publicadas se encuentran: Oliverio Juntapreguntas, Puro huesos, La abuela electrónica, Canciones de cuna para dormir cachorros, Pasen y Vean –canciones del circo– y, en Alfaguara, El tren más largo del mundo, Mucho perro, Las visitas, La cámara oculta, Un cuento de amor en mayo, El tesoro escondido y A la rumba luna. Muchas de sus obras fueron traducidas a otros idiomas.
La obra.
Sinopsis:
Clara es una chica de clase alta y Chicombú, el hijo de un pintor y ex-esclavo que está preso por dibujar caricaturas del virrey y sus secuaces. Chicombú, que aprendió el oficio de su padre, es contratado por la familia de Clara para pintar un retrato de la niña. Este hecho propiciará el acercamiento de ambos jóvenes. En una época signada por los albores de la Revolución de Mayo, se desarrolla esta historia de amor que interpela ciertas restricciones sociales.
Opinión personal:
“Don José había llegado antes aun de lo anunciado a su esposa, y acompañado por otros hombres con los que mantuvo larguísimas conversaciones durante toda la noche. Se oían exaltados. A ninguno parecía importarle la hora ni que los otros habitantes de la casa estuvieran descansando.”
Este cuento lo leí por primera vez en la secundaria gracias a las profesoras de lengua y literatura e Historia que ese año habían decidido hacer una mezcla entre sus asignaturas, por lo cual la profesora de lengua y literatura eligió este libro para que leyéramos con la profesora de historia y la profesora de historia eligió Cruzar la noche de Alicia Barberis para que leamos con nuestra profesora de lengua y literatura.
La única diferencia entre las dos profesoras fue que la de lengua y literatura nos dijo que en la biblioteca no estaba el libro de que se nos había asignado para su materia y que teníamos que conseguirlo cada uno, mientras que la profesora de Historia utilizó las copias que tenía la escuela (y que creo que había distribuido el gobierno, o quizá fue una donación 🤷🏻♀️) de este libro para que no tuviéramos que comprar nuestras propias copias.
Es por eso que tardé mucho más tiempo en volver a leer este libro que en releer el otro, porque simplemente este es un cuento y no me llamaba tanto la atención comprarlo, hasta que empecé a entender porqué las profesoras habían hecho ese cambalache de sus asignaturas… Y es que la historia y la literatura siempre van a ir de la mano.
Pero bueno, basta de cháchara, y vayamos a ver qué me pareció este cuento de amor en mayo.
La historia nos presenta a Clara Inés hija de una familia Patricia de Buenos Aires, en la tumultuosa época previa a la revolución de mayo. Ella es sobrina del corazón de Mariquita Sánchez de Thompson, quien en cierta manera la influencia a no ser como las demás mujeres de la época, ya que Clara odia bordar, tocar el piano, bailar minué y todo lo que se suponía que tenía que hacer una damita de sociedad en esa época. Clara ama pintar, pero las mujeres no pintaban, solo eran modelos.
Por otro lado la historia también nos presenta a Chicombú, un niño de tez oscura que vive en el orfanato (en ese entonces era llamada casa de niños expósitos) y que es contratado por la madre de Clara para pintar un cuadro de la niña. Lo interesante de la presentación de él, es que te lo muestran como el hijo de un pintor y ex-esclavo que está preso por dibujar caricaturas del virrey y sus secuaces. Ahí es donde está lo interesante de esto, porque hace un reflejo de las diferencias de clase que hay entre los dos protagonistas, y eso es solo el punto de partida.
En resumidas cuentas el libro es un cuento corto, infantil, que relata sobre un romance también infantil, pero también habla de sueños de libertad (no por nada lo ubica en mayo de 1810) y enseña sobre sobre Historia, tanto la Historia de la Revolución de Mayo, como sobre un personaje femenino histórico importante (que a pesar de que pasó a la historia por ser la dueña de la casa donde se interpretó por primera vez el himno nacional, ella era mucho más que solo eso, era adelantada a su época), y también enseña sobre cómo era la sociedad en mayo de 1810. Este último punto es importante porque enseña a los chicos de 7 u 8 años sobre algo que van a volver a estudiar a los 16, 17 o 18 años, pero también lo pueden leer personas de entre 10 y 18 años porque es un primer paso para poder estudiar la sociedad de la Buenos Aires de la época de la Revolución de Mayo y entender por qué se llegó a dicha Revolución.
Un golazo. 8/10 (4/5 ✨)
Y, como esto es todo, me despido.
Hasta la próxima reseña.
Chaíto!!
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