¡¡¡Saludos, queridxs yogurines y amantes de los libros!!!
Hoy les traigo una nueva reseña de novela histórica.
Cómo sabrán por el título, es parte de la serie Bridgerton, a la cual solo le faltan dos libros para que la acabe.
Pero bueno, para no hacer muy larga la introducción, vamos a la ficha de la autora.
La autora:
JULIA QUINN, la autora superventas que ha llegado al número uno en la lista del The New York Times , empezó a escribir al mes de graduarse en la universidad y, salvo por un breve periodo en la Facultad de Medicina, lleva pegada al teclado desde entonces. Sus novelas se han traducido a cuarenta y tres idiomas, y el mundo entero las adora. Tras graduarse en Harvard y en Radcliffe, ahora vive con su familia en la costa noroeste del Pacífico.
Sinopsis:
Hyacint, la última hija soltera de la familia Bridgerton, ha perdido la ilusión por las temporadas de baile en Londres. Aunque es joven y hermosa y pertenece a una familia muy admirada, su ágil inteligencia, su lengua descarada y su fuerte carácter parecen ahuyentar a todos los pretendientes.
Excepto a Gareth St. Clair, el nieto díscolo de lady Danbury, el seductor con peor reputación entre la alta sociedad y el único en todo Londres capaz de dejarla con la palabra en la boca y el pulso acelerado… y que además parece disfrutar con ello.
Cuando él le pide ayuda para descifrar un secreto de su pasado oculto en un diario escrito en italiano, ella no puede negarse.
Pronto se ven inmersos en una aventura en la que cada uno de ellos descubre que ha encontrado en el otro, por fin, un desafío a su altura.
Opinión personal:
“—Pero me parece que lo que pasa —continuó Violet— es que cuando no te sientes así, cuando ocurre algo que te causa inquietud…, bueno, me parece que no sabes cómo llevarlo. Y entonces huyes. O decides que no vale la pena. —La miró con los ojos francos, con una expresión tal vez un poco resignada—. Y a eso se debe mi temor de que nunca encuentres al hombre adecuado. O, mejor dicho, que lo encuentres pero no lo sepas. Que no te permitas saberlo.”
A diferencia del libro anterior, este sí que lo esperaba leer con ansias… y no es que no lo tuviera, sino que siempre me tomo mí tiempo para disfrutar las lecturas que tomo, por lo cual entre libro y libro hay una distancia.
Pero cada vez que veía la pila de libros para leer que me había armado para el año, este libro es de los que más ganas me daban de que llegue el momento.
Y es que los dos hermanos menores de los Bridgerton siempre fueron (sacando a Colin, que lo amo) de mis favoritos de esta serie.
Hyacinth es la protagonista de este, junto a la única persona que puede dejarla sin réplica (lo que me cabrea, pero me encanta): Gareth Saint-Clair, nieto de Lady Danbury (la muy querida Agatha).
Hyacinth es la más desenvuelta de la familia, la más descarada, la que rompe las normas cuando se trata de mostrar o no su inteligencia. Pero tiene un defecto fatídico: ahuyenta a los hombres que son igual de inteligentes que ella.
Es por esta razón que, estando en su tercera (creo) temporada, aún no se ha casado. Todas sus propuestas de matrimonio fueron de hombres que no valían la pena (ya que ella alejaba o desalentaba a los que sí lo valían), siendo estas propuestas rechazadas.
Gareth, por otro lado, es su polo opuesto. No en personalidad, porque son muy afines, sino en situación de familia. Mientras ella creció en una casa llena de amor y sonrisas, él creció intentando ser suficiente para quien creía que era su padre. Un día, Lord Saint-Clair le reveló que era un bastardo de su madre y que él (el cornudo) había tenido que reconocerlo como propio, por nacer dentro del matrimonio.
Además de ello lo quiere obligar a casarse para recuperar la fortuna de la familia, ya que sus arcas están vacías.
Cómo se puede deducir de ello, la relación es tensa (sobre todo después de la muerte del heredero del título, el cual pasa a ser herencia de Gareth).
“—Te amo, mujer idiota —dijo, agitando los brazos como un loco.
Era increíble a qué lo reducía ella. No recordaba ninguna ocasión en que hubiera perdido los estribos de esa manera, no recordaba una ocasión en que alguien lo hubiera enfurecido tanto que casi era incapaz de hablar.”
Entre Hyacinth y Gareth se establece primero una divertida amistad (bajo los cupidos ojos de Lady Danbury, abuela del segundo y amiga de la primera), para después desarrollar un algo más, mientras intentan descifrar el misterio de la abuela italiana de Gareth.
He de admitir que el misterio está bueno, más no es lo que engancha al lector, porque tampoco es tan relevante, más que para servir al propósito de la aventura de estos dos.
Lo que me gustó
– los hechos están relatados como si fuera una puesta en escena, haciendo que el narrador sea un personaje más. Reemplaza muy bien a las introducciones de los capítulos en los primeros libros, donde estaba la revista de sociedad de Lady Whistledown.
– La dinámica entre ambos protagonistas (entre sí y con los Bridgerton y Lady Danbury).
Lo que me disgustó (juro que sólo fue eso):
— La falta de comunicación que tienen.
La nota final es 9,5/10 (4,75/5 ✨), porque realmente alcanzó las expectativas. No paré de reír con este libro y hasta puedo decir que de alguna manera destronó a “Romancing Mr. Bridgerton”.
Y, como esto es todo, me despido.
Hasta la próxima reseña.
Chaíto!!
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