Hola a todxs!!! Hoy toca reseña de la ultima de la trilogía!!
Caelen McCabe era un
joven temerario y enamoradizo que estuvo a punto de destruir a su familia por
culpa de la traición de una mujer. Por eso ahora antepone siempre la lealtad
que siente por los suyos a los deseos de su corazón, y accede a casarse con
Rionna McDonald para evitar un conflicto entre dos clanes amigos.
Rionna se jura a sí
misma que protegerá sus sentimientos de cualquier humillación. Pero las
caricias de Caelen logran derribar sus defensas y pronto anhela
desesperadamente el amor de su marido.
aviso que va a ser un poco larga la opinion...
Creo que con esta frase que voy a decir a continuación, voy a
sintetizar la personalidad que le vi en muchas partes de la historia a Caelen.
Su nombre significa, según google, "pueblo victorioso", y ¿Cómo llega a ser victorioso? Con
disciplina.
Asi es como se nos pinta al protagonista de esta historia
(aunque la protagonista no se queda atrás), pero además, se lo muestra terco,
duro e impenetrable. Tanto que duele leer cuando se quiebra (y son dos veces
que lo hace).
A veces te dan ganas de hacer así:
Y otras, así:
Pero nunca te deja así:
La protagonista es la que más me gustó en esta trilogía, ya
que con ella si que logré identificarme.
De nuevo, la pluma de la autora es mágica y te hace vivir
cada cosa que siente o piensa cada personaje, pero en lo que se destaca en esta
historia es que te recalca la época (tanto en clima como en año): todo el
tiempo te está marcando que tienen que abrigarse con pieles, porque hacia frio,
dejándote ver que la historia se desarrolla en la edad media. Otro ejemplo es
cuando Caelen y Riona hablan sobre la importancia que tienen los lairds (que
eran señores feudales).
Creo que es por eso que más me gusta esta historia, porque
recuerda al lector que época es la que viven sus amados personajes. Debe ser
que conquistó mi corazón de historiadora.
Es, además, la historia que mas llevadera me resultó, por lo
que va a pasar a estar dentro de mi lista de favoritos…
Espero que disfruten tanto como yo la lectura.
Besos, Macarena.
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