¡¡Hola a todxs!! ¿cómo andan? Espero que bien…
Hoy, queridos amantes de la literatura, les traigo la reseña del primer libro de las crónicas de Kane: La pirámide roja, del autor de nuestro bienamado Percy Jackson…
Iba a ser una reseña de los tres libros, ya saben, como me gusta a mí; pero la reseña de este libro quedó muy larga y no quiero decir de menos en las otras para no quedarme sin caracteres disponibles, o que algo quede mal… ¿me entienden? pero de los otros dos libros también habrá reseña, ya que ese es mi reto particular… completar las sagas del Tío Rick antes de fin de año…
¡¡Ahora si, Comencemos!!
Sinopsis:
“El Dr. Kane, un prestigioso arqueólogo, ha liberado al dios Set. Sus hijos, Carter y Sadie, deberán enfrentarse a él para intentar que no destruya el mundo.
Todo empezó en Londres, la noche en que nuestro padre hizo explotar el Museo Británico con un extraño conjuro. Fue entonces cuando nos enteramos de que, además de un reconocido arqueólogo, era una especie de mago del Antiguo Egipto. Rodeado de valiosas antigüedades, empezó a entonar extrañas palabras… Algo debió de salir mal porque la sala quedó reducida a escombros; Set, el dios del caos, apareció de la nada envuelto en llamas y a nuestro padre se lo tragó la tierra…”
Opinión personal:
Antes que nada voy a darles una recomendación: si no saben mucho de mitología egipcia, vayan buscando los nombres de los dioses egipcios si no conocen de lo que Carter y Sadie hablan. Tengan a mano algún dispositivo o una enciclopedia que les pueda decir los nombres de los dioses, de los faraones… así se pueden ubicar mejor y entender de lo que los protagonistas hablan.
Otra cosa antes de empezar es que voy a decir cuáles eran mis expectativas con respecto a este libro: Yo amo la mitología egipcia, así como también amo la historia egipcia (qué más o menos entre las 2 se entrecruzan, entonces…Vendría a ser básicamente lo mismo); y cuando era chica vi las películas de la momia de Brendan Fraser, y me encantaron porque sentía que de alguna manera mantenían intacto el espíritu que tienen las leyendas y los mitos de los dioses egipcios… y cómo también me gustaban (bueno más bien me gustan) las leyendas y los mitos de los dioses y Héroes griegos y romanos; y de los dioses y héroes nórdicos, y había leído ya el primero de Magnus Chase y los cinco primeros de Percy Jackson, mis expectativas con este libro era que el tío Rick iba a respetar mucho el Worldbuilding de la mitología egipcia, y que iba a parecerse en cierta manera a las películas de la momia de Brendan Fraser… ya leyendo el primer capítulo de este libro me di cuenta que estaba muy equivocada al pensar y tener esas expectativas.
Esto no quiere decir que no me esté gustando el libro, porque lo cierto es que me mantiene atrapada la historia, pero no puedo congeniar con *Ninguno* de los tres personajes que aparecen en ese primer capítulo, cuando uno como lector debería congeniar con alguno de esos personajes que aparecen en el primer capítulo en un libro.
¿A qué me refiero? El padre de Carter y Sadie es extraño- por decir lo menos-. Carter es como una versión voluble de Percy (que tendré que seguir leyendo los libros para ver qué onda…) Y la hermana de Carter me cae de la patada, porque es una nena mimada.
Además, cuando visitan Luxor, ella dice una frase que me hace odiarle, directamente:
"Supongo que aquello no estaba mal para ser unas ruinas, pero en mi opinión, visto un montón de cosas egipcias que se caen en pedazos, vistos todos."
¡Ash😤!
Y mejor ni hablemos de su predisposición al Bullying, aunque de eso no puedo decir mucho… salvo que en mi caso, solo era Bullying para defender a los que eran víctimas de maltrato escolar en manos de los chicos de la otra división… jamás lo hice solo por reír de la “bullyineada”.
“Por mucho que me chinchase Carter, odiaba que la gente supusiera que no éramos parientes o que mirasen mal a mi padre cuando decía que los tres éramos familia… como si hubiésemos hecho algo malo. El idiota del doctor Martin en el museo. Ahora el inspector Williams. Pasaba lo mismo cada vez que nos juntábamos papá, Carter y yo. Cada puñetera vez.”
¡Es horrible! sinceramente, odio como la gente puede ser tan imbécil…
Perdón, lo siento. Es que este extracto me recuerda lo que pasaba en mi familia cuando éramos más chicos mis hermanos y yo. A mi hermana y a mí se nos nota más lo “bajadas del barco” (sobre todo a mí que tengo una enfermedad que vuelve muy pálida mi piel), mientras que mi hermano demuestra en su cutis nuestra ascendencia aborigen, y siempre que nos veían a los tres juntos era, fijo, que nos preguntaran si estábamos seguros de que éramos hermanos ¡Sí incluso una vez a mi hermano se lo intentaron llevar demorado por “confundirlo” con un secuestrador cuando estábamos caminando tranquilamente nosotros dos por la calle! Por eso es que siento tanta identificación con esa frase de Sadie, y que me indigna tanto como a ella que hagan esas cosas…
Con respecto a los sueños, cuando empezaron a aparecer, sentí que el tío Rick se repite en sus clichés que funcionaron. Es como “¿funcionó? ¡Vamos a repetirlos, hasta que ya no tenga trama en la que meter estos clichés!” No me importa si lo usa para explicar la Duat, hay muchas maneras de explicar ese submundo, así como muchas maneras de explicar los siniestros planes del villano. El cliché del sueño premonitorio está bueno, ¡pero no es para abusar! ¡y si que abusa de este recurso! casi la mitad del relato es sobre los sueños (o viajes de los ba por la duat), ¡llega un momento en que cansa!
Siento que no puedo congeniar con los dos hermanos protagonistas, pero de todas maneras, a la vez siento que la historia es de lo más entretenida. Hay escenas donde los hermanos tienen conversaciones que todos los amantes de la cultura antigua egipcia, hemos tenido alguna vez, tanto con nuestros profesores, como con nuestros familiares (si es que esos familiares también aman la antigua cultura egipcia).
“Carter sacó varios cordeles marrones, una pequeña figura de ébano que representaba un gato y un grueso rollo de papel. No, no era papel. Papiro. Recordé que, según me había explicado una vez papá, los egipcios lo hacían a partir de una planta de río porque nunca habían llegado a inventar el papel. El material era tan grueso y áspero que me pregunté si los pobres egipcios también habían tenido que usar papiro de váter. En ese caso, no me extrañaba que caminasen de lado.”
Aunque no logré congeniar con Sadie y Carter, tienen pensamientos que me hacen reír mucho, y recordar mis propios comentarios cuando tenía su edad y conocí sobre los antiguos egipcios…
Algo que me llama poderosamente la atención es lo que tarda el tío Rick en este libro en introducirnos en la "niebla". O sea, cuándo Amos lleva a sus sobrinos a la casa de Brooklyn, un poco nos introduce en la niebla, ¡pero un par de capítulos después volvemos al mundo real! Y recién en el capítulo 12 Sadie y Carter se introducen de verdad en el mundo de la mitología egipcia. Lo que quiero decir es que se nota mucho que intentaba cambiar un poco el estilo…
No está mal, solo me llamó la atención…
Solo será una acotación anecdótica, pero cuando están en el nomo uno -o algo así que le dicen- y caminan a través de la historia de Egipto, hace una referencia a la Biblia (El Éxodo) y Moisés. En ese momento, si no hubiese sido porque estaba enfermita leyendo, hubiese pegado un chillido terrible, ya que no me esperaba esa referencia a la mitología bíblica en un libro de mitología egipcia. Esto es porque la referencia la hacen justo después de nombrar a la faraona hatshepsut, que es como una especie de heroína mítica para los arqueólogos especializados en Egipto…
Lo malo: siento que esta novela tiene todos los fallos habidos y por haber, por ejemplo lo que nombré anteriormente sobre Sadie, pero también Iskandar (o como sea que se escriba).
Siento que es un personaje que lo hicieron exclusivamente para matarlo y con el que ni siquiera llegás a empatizar antes de que lo maten. Siento que es eso un fallo grande en esta novela, porque ni siquiera pude sentir el dolor de Zia la ¿maestra vamos a decirle? de Sadie y Carter cuándo se entera de la muerte de su… (¿ídolo?)... papá del corazón. Y si bien antes de su muerte, él habló con Sadie, no te deja tiempo de entender qué es lo que le dijo ¡que el tipo ya está muerto!
Otro de los fallos que encuentro es que en esta novela todo transcurre demasiado deprisa. Primero encierran al padre en el ataúd ese de Osiris -creo que es-, después su tío se lo lleva a Estados Unidos y ellos no terminan de entender y aceptar lo que les está pasando, que a su tío lo secuestran y ellos tienen que escapar hasta Egipto. Estando en Egipto, muere este Iskandar, y ellos son perseguidos por el mago que lo reemplaza; entonces tienen que escapar a París… no sé si me explico en esto, pero es que me da la impresión de que intenta mantener al lector todo el tiempo en vilo, pero en realidad no está pasando nada en concreto, solamente Sadie y Carter están todo el tiempo escapando y no se desarrollan los demás personajes, no se explica al Dios, no se explica al malo,no se explican las motivaciones de ninguno de los personajes, no te dice nada más que enseñarte solamente un poco de un solo mito de los dioses egipcios ¡nada más!
Lo bueno: después de 12 días que tardé en acercarme a la mitad del libro, en poco menos de 48hs, me leí la otra mitad, lo que me es clara señal de que la historia es más entretenida después de las primeras 190 páginas…pero tenés que leerlas, y tener paciencia con los protagonistas para llegar a la parte “buena”.
Están buenas las descripciones, porque te mete en el mundo de la mitología egipcia con las descripciones, e incluso cuando habla de Luxor, o de Manhattan, o de Londres, o de París, sentís que esos lugares son mágicos (además de que si sos fanático de la mitología egipcia sabes que esos lugares están conectados a la mitología egipcia y entonces no te es difícil entender que son mágicos), pero ahí es donde acaba lo bueno, porque la historia no cuenta absolutamente nada, no se desarrolla ninguna trama y lo único que más o menos se desarrolla es la relación de hermanos entre los dos protagonistas ¡y encima es una relación de hermanos que se está intentando forjar porque se quedó truncada! Siento que realmente esta historia me está decepcionando un poco, por lo que es la mitología egipcia, y por lo que es Rick Riordan.
Otra cosa buena es que todos los que tenemos gatos podemos ver lo real que se siente Bast, ya que es una representación perfecta de cómo son los gatos. Al menos, todo (si, todo) lo que hace Bast -lo que hace a la personalidad- me resultó familiar, ya que lo vi en mi gato (qepd), y lo veo en su hija… eso es un punto a favor de la genialidad que el tío Rick tiene y vertió en este libro.
La última cosa buena que presenta este libro es la relación que se vislumbra entre Sadie y Anubis. Es como si en él hubiera ya encontrado la horma de su zapato.
“Vuestra madre previó un gran desequilibrio. Profetizó el día, muy cercano, en que se destruiría a Maat y el caos se cobraría toda la creación. Insistía en que los dioses y la Casa solo podrían imponerse si lo hacían juntos. Tendría que restablecerse el viejo credo, el camino de los dioses.”
(leí “el viejo cerdo. XD . Perdón, tenía que compartirles eso XD)
Pero bueno, me puse como meta leer todos los libros del tío Rick desde “el ladrón del rayo” hasta el último libro de “las pruebas de Apolo”, por ende voy a seguir en mi meta y espero que en los demás libros de “Las crónicas de Kane'' mejore un poco la cosa.
Para finalizar, diré que la nota que le pongo es de 7/10, por el final, que deja con una sonrisa al lector. Esto quiere decir que la historia me provocó fuertes conflictos, e incluso casi un bloqueo lector, pero valió la pena atravesar todas las dificultades lectoras, para llegar a ese final, que te deja con ganas de más. En este caso (al contrario de lo que me pasó en Abraham Lincoln…), este libro sí deja con ganas de continuar leyendo la serie…
Y es con esto que me despido, hasta la próxima lectura…
BYE!!
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