Hola a todxs, queridos amantes de la literatura!!!
Hoy vengo con una nueva reseña…
Esta vez, de un clásico argentino, que se presenta solo.
Vamos a ello.
El Autor:
Ernesto Sabato Ferrari. (Rojas, Buenos Aires –Argentina–, 24 de junio de 1911 – Santos Lugares, Buenos Aires –Argentina–, 30 de abril de 2011). Escritor y pintor.
Hijo de padres emigrados italianos, estudia Física en la Universidad de la Plata (Buenos Aires) y participa activamente con los jóvenes comunistas viajando a Bruselas, Moscú y París, donde completa su formación y trabaja con Irene Joliot-Curie. Continúa sus estudios en la Universidad de Massachusetts. De vuelta a su país imparte clases de Física en la Universidad de la Plata, pero se ve obligado a dimitir por cuestiones políticas.
En la década de los cuarenta comienza a colaborar en la revista Sur, donde conoce a Jorge Luis Borges, a las hermanas Victoria y Silvina Ocampo y a Adolfo Bioy Casares. En 1945 publica la colección de ensayos breves Uno y el Universo, su primera obra. En este año abandona su vocación científica para dedicarse por completo a la literatura. En 1947 trabaja para la UNESCO y empieza a escribir su gran obra, El túnel (1948).
En 1955 dirige el periódico El mundo argentino y en 1958 es nombrado Director General de Relaciones Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, cargo que ocupa durante menos de un año.
Entre sus ensayos destacan: Hombres y engranajes (1951), Heterodoxia (1953), El escritor y sus fantasmas (1963) y Sartre contra Sartre (1968). Como novelista, las obras que le dan a conocer internacionalmente son Sobre héroes y tumbas (1962), Alexandra (1967) y Abaddón el exterminador (1974).
Su pensamiento político se ha visto reflejado en su vida y obra. Por su defensa de derechos y valores contrarios a la política dictatorial argentina, es elegido en 1984 presidente de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP), que redacta el Informe Sabato, conocido también como Nunca más.
A lo largo de su carrera recibe varios premios como el Miguel de Cervantes de Literatura en 1984 o el Menéndez Pelayo en 1997. En 1998 publica su libro de memorias, Antes del fin. En el año 2000, el diario Clarín publica por Internet La resistencia, que posteriormente se edita como libro y en el 2004 publica su último libro España en los diarios de mi vejez.
Debido a su ceguera, en los últimos años de su vida a penas casi lee ni escribe; se dedica a la pintura y otras aficiones. También participa en diversos cursos y homenajes que se le dedican, como el del III Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Rosario (Argentina) en el 2004.
El libro:
Sinopsis:
“Juan Pablo Castel y María Iribarne son los protagonistas de una tragedia urbana, elegida por el azar en el laboratorio de las calles que se resiste a ser contada con la frialdad racional de un suceso periodístico. Ella ha sido tejida con los hilos más oscuros y enrevesados de la conciencia, y su verdadero sentido tendría que ser rastreado entre cosas y seres de mirada de doble exposición. «El túnel oscuro y solitario», donde los personajes de Sabato caminan hacia su propia destrucción, representa otra manera de contar nuestro regreso a casa al fin de la jornada, cuando lo inesperado aguarda en cada paso.”
Opinión personal:
"...en todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío".
Antes de adentrarnos en la reseña en sí, voy a contarles que esta es una relectura. Cuando tenía 14 años, la profe de lengua y literatura (Bendita seas, y bendito sea tu talento para enseñar), vio algo en mí, que hasta ese momento yo no quería creer que tenía: talento para escribir.
Yo había finalizado mí primera novela (hasta ese momento escribía obras de teatro y cuentos), sobre una muchacha de mi edad que descubre que era maga (no bruja).
Mi profe la leyó y decidió que esa novela y un monólogo que había escrito (y que lo haría pasar como cuento) sobre embarazo adolescente, participarían en un concurso literario interescuelas entre Argentina y Perú.
Para eso, los participantes debían leer "El túnel" de Sábato, y "los cachorros" de Vargas Llosa, y hacer un análisis de ambos libros.
No recuerdo cómo terminó la experiencia, pero si recuerdo a esa Macarena que se sentó por primera vez a leer este libro…
Fue hermoso descubrir a este autor.
"Recuerdo que días antes de pintarla había leído que en un campo de concentración alguien pidió de comer y lo obligaron a comerse una rata viva. A veces creo que nada tiene sentido."
Esta novela está catalogada como existencialista.
Como bien dice Antonela Solenički, en su trabajo de grado para la universidad de Zagreb (view): “El existencialismo es principalmente una corriente filosófica que surgió a fines del siglo XIX y principios del XX, que aborda el problema de la existencia humana. La visión básica de este movimiento es que la existencia precede a la esencia, al ser. Esto significa que el hombre primero nace y luego llega a ser [...] como señala Sartre en su obra Existencialismo es un humanismo (1946): ‘el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y después se define’. El existencialismo no debe considerarse sólo una escuela filosófica, es mucho más, es un movimiento espiritual que pone al hombre y la condición del hombre en el centro de su estudio. Otra característica importante de esta corriente es la ansiedad existencialista, que podríamos definir como inquietud interna e incluso miedo a uno mismo. Sobre todo, este movimiento es un reflejo del tiempo y del espíritu de las personas, sus preocupaciones y sus incertidumbres.”
El túnel es la primera de una trilogía, la obra narrativa de Sábato: “El túnel” (1948), “Sobre héroes y tumbas”(1961) y “Abaddón el exterminador” (1974).
"¡Ah, y sin embargo te maté! ¡Y he sido yo quien te ha matado, yo, que veía como a través de un muro de vidrio, sin poder tocarlo, tu rostro mudo y ansioso! ¡Yo, tan estúpido, tan ciego, tan egoísta, tan cruel!"
Es una novela corta adictiva y grandiosa en la medida que explora la mente trastornada y terriblemente atormentada de su protagonista, quien desde el presente hace una introspección y retroceso hacia el pasado; para relatar a los lectores un asesinato cometido por su propia mano. Así, vamos recorriendo capitulo por capitulo la intrincada y compleja mente de Juan Pablo Castel y el porqué mató a María Iribarne, la única persona que sentía que podía comprenderlo casi del todo. Narrado en primera persona, El túnel es un libro intimista para recorrer la mente de un perturbado que te habla como un amigo pero que te genera rechazo al instante.
El protagonista, un pintor digamos… excéntrico, es alguien sumergido en un hondo pozo de pesimismo y soledad; un ser que se ha escondido del mundo y que parece odiar el contacto con los que lo rodean hasta que conoce a la chica que podría compartir su mismo problema (ahí es donde comienza a explicarse el existencialismo en la novela); así, es como parece encontrar esa pequeña luz al final del túnel.
Es un hombre completamente calculador, obsesivo y controlador de cualquier detalle, logrando traspasar la línea de lo insano al sobreanalizar hasta lo más mínimo. Un celopata/paranoico de cuidado y un obsesivo de manual que llega al punto de ser un acosador que hace que te cagues en las patas. Además de ser un manipulador y tener la constante intención y necesidad de herir al sentirse herido.
Es un personaje que da cátedra en eso de ser "tóxico", pero con el que en cierto punto no podés evitar identificarte con él de alguna manera, porque ¿Quien no está un poco loco? Aunque al mismo tiempo te genera repulsión, ya que lo lleva al extremo.
Es una novela que traspasa a la literatura, a las generaciones y las fronteras de los países. Como antes señalé, hay un trabajo de grado para la universidad de Zagreb (Croacia) sobre esta obra de la literatura argentina, pero también quienes no posean el tiempo necesario para leer ese trabajo, hay también una entrada de Wikipedia dedicada a explicar la trama por capítulos, los temas de la novela y los personajes. (https://es.wikipedia.org/wiki/El_t%C3%BAnel_(novela))
En esa entrada, catalogan al libro como existencialista y ficción psicológica, lo que explica todo lo que dije antes.
"No respondió. Desesperado por el silencio y por la oscuridad que no me permitía adivinar sus pensamientos a través de sus ojos, encendí un fósforo. Ella dio vuelta rápidamente la cara, escondiéndola. Le tomé la cara con mi otra mano y la obligué a mirarme: estaba llorando silenciosamente.
-Ah… entonces no me querés-dije con amargura."
Esta frase, particularmente, me produjo escalofríos, porque estaba igual que ella; lo que me da a entender que, a pesar de que el relato no profundiza en los demás personajes, de todas maneras hace que puedas empatizar con ellos… Lo que es escalofriante, en el caso de María, ya que da la sensación de que ella está tan loca como él.
Por otro lado, y saliendonos de la narración, hablaré de la edición que tengo; es un libro en tapa dura, que pertenece a la “colección La Nación”, que se entregaba con el diario (periodico, o como le digan). Esta edición tiene sus fallos, como lo son los cortes en las palabras, como si tuvieran un manchón blanco, o faltas ortográficas a la hora de la corrección. No es algo que influya en la puntuación, pero son cosas que te sacan del relato.
¿Cómo se puntúa un libro como este? ¿Cómo darle algún puntaje a una obra maestra? Hacerlo, sería entrar en la misma categoría en la que están los críticos de los que tanto se queja Castel, pero no puedo terminar la reseña de otra manera.
Es por eso que le doy un 9/10 (4,5/5 ✨). Porque, simplemente, este libro es una genialidad a la que le tengo aprecio, por esa Macarena que iniciaba su camino en la escritura, y que gracias a esa profesora descubrió a este autor. Por esa tan grata experiencia.
Con esto, me despido.
Hasta la próxima lectura.
BYE!
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