¡¡¡Saludos, queridxs yogurines y amantes de los libros!!!
En esta reseña entre semana, les traigo mis impresiones de una de las obras cumbres de la distopía, con una vigencia que sorprende por la cantidad de aciertos del autor.
Para no hacer muy larga la entrada, vamos a pasar directamente a la ficha del autor.
El autor:
RAY DOUGLAS BRADBURY (Waukegan, Illinois, 22 de agosto de 1920 - Los Ángeles, California, 5 de junio de 2012). Escritor estadounidense de misterio del género fantástico, terror y ciencia ficción. Principalmente conocido por su obra Crónicas marcianas (1950) y la novela distópica Fahrenheit 451 (1953).
Ray Bradbury nació el 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois. Su familia se mudó varias veces desde su lugar de origen hasta establecerse finalmente en Los Ángeles en 1934. Bradbury fue un ávido lector en su juventud además de un escritor aficionado. No pudo asistir a la universidad por razones económicas. Para ganarse la vida, comenzó a vender periódicos. Posteriormente se propuso formarse de manera autodidacta a través de libros, comenzando a realizar sus primeros cuentos. Sus trabajos iniciales los vendió a revistas, a comienzos del año 1940.
Ha trabajado también como argumentista y guionista en numerosas películas y series de televisión, entre las que cabe destacar su colaboración con John Huston en la adaptación de Moby Dick para la película que éste dirigió en 1956.
Existe un asteroide llamado 9766 Bradbury en su honor.
La obra.
Sinopsis:
Fahrenheit 451: la temperatura a la que el papel se enciende y arde.
Guy Montag es un bombero y el trabajo de un bombero es quemar libros, que están prohibidos porque son causa de discordia y sufrimiento. El Sabueso Mecánico del Departamento de Incendios, armado con una letal inyección hipodérmica, escoltado por helicópteros, está preparado para rastrear a los disidentes que aún conservan y leen libros.
Como 1984, de George Orwell, como Un mundo feliz, de Aldous Huxley, Fahrenheit 451 describe una civilización occidental esclavizada por los medios, los tranquilizantes y el conformismo. La visión de Bradbury es asombrosamente profética: pantallas de televisión que ocupan paredes y exhiben folletines interactivos; avenidas donde los coches corren a 150 kilómetros por hora persiguiendo a peatones; una población que no escucha otra cosa que una insípida corriente de música y noticias transmitidas por unos diminutos auriculares insertados en las orejas.
Opinión personal:
“—Déjame tranquila —dijo Mildred—. Yo no he hecho nada.
—¡Dejarte tranquila! Esto está muy bien, pero, ¿cómo puedo dejarme tranquilo a mí mismo? No necesitamos que nos dejen tranquilos. De cuando en cuando, precisamos estar seriamente preocupados. ¿Cuánto tiempo hace que no has tenido una verdadera preocupación? ¿Por algo importante, por algo real?”
Esta novela contiene un prefacio, más otras tres partes sin subdivisión de capítulos. Cuando ví esto (acostumbrada como estoy a leer capítulos completos) me sorprendió, pero no es nada que sea tan grave. En realidad, se siente más como si cada una de esas partes fueran la típica subdivisión que traen las tramas de los libros: introducción, nudo y desenlace. En la parte que sería la introducción, aquí se nos presenta al protagonista, con su entorno y como se desenvuelve en el mundo distópico. Se le presenta el punto de quiebre y lo que lleva al protagonista a revelarse.
La segunda parte es más como un cuadro de cómo es que él logra romper las cadenas.
El desenlace… bueno, es un poco esperanzador, casi como si fuera precursora esta novela de las distopías juveniles de ahora.
Publicado como folletín y luego como volumen en 1953 en los Estados Unidos, Fahrenheit 451 es una distopía, una ficción que presenta un mundo futuro totalmente negativo.
La historia es la de Montag, un bombero. Vive en una época y en un lugar indeterminado, en una sociedad uniforme donde la felicidad de la población es primordial y está centrada en las pantallas, omnipresentes en todos los hogares. Un único peligro amenaza la plenitud de los seres humanos: los libros, que provocan sentimientos nefastos y pensamientos negativos. Montag y sus compañeros se encargan de quemarlos: 451 es, en grados Fahrenheit, la temperatura a la que arde el papel (232.778ºC).
Datos importantes:
– Fahrenheit 451 se escribió durante la primera edad de oro de la ciencia ficción en los Estados Unidos (1920-1950). Además, Bradbury está considerado uno de los maestros del género, aunque no reivindique su pertenencia a la esfera de influencia (sólo considera a Fahrenheit 451 una novela de ciencia ficción: sus otros textos se acercan más a la fantasía).
– Fahrenheit 451 es una novela de anticipación y una distopía: el autor imagina una sociedad posible, pero en absoluto ideal. En su texto se puede ver una crítica de la sociedad de su tiempo, de nuestra sociedad y de lo que arriesgamos a hacer. Este relato se puede comparar con textos como Un mundo feliz de Aldous Huxley, o 1984 de George Orwell.
– Bradbury publicó su novela en 1953, en una época en la que, en Estados Unidos, el senador McCarthy (1908-1957) iniciaba una cacería de brujas contra los comunistas y, de modo más amplio, contra los intelectuales. En este principio de guerra fría, un pensamiento único dominaba, donde la delación (apoyada por la paranoia del ambiente) se estimula para preservar la paz y la tranquilidad nacionales, como en la novela de Bradbury.
Fue entonces cuando ocurrió la segunda gran novedad. Un joven editor de Chicago, escaso de dinero pero visionario, vio mi manuscrito y lo compró por cuatrocientos cincuenta dólares, que era todo lo que tenía. Lo publicaría en los número dos, tres y cuatro de la revista que estaba a punto de lanzar.
El joven era Hugh Hefner. La revista era Playboy, que llegó durante el invierno de 1953 a 1954 para escandalizar y mejorar el mundo. El resto es historia.
– La intriga se sitúa en un lugar y en una época indeterminadas, pero hace pensar en un futuro próximo en el que se encuentran muchos objetos que nos rodean en la actualidad como las pantallas, el metro, etc.
La censura es el mecanismo más natural en los gobiernos totalitarios. En Fahrenheit 451 la censura se aplica hasta el extremo, puesto que afecta a todos los libros, sean los que sean. Más que un contenido es un medio, un medio de expresión (el mismo que simboliza la cultura y el desarrollo de la humanidad) el que se cuestiona. El hecho de que los libros se quemen recuerda la práctica de los autos de fe. Surgieron en la Edad Media y consistían en incendiar las obras consideradas heréticas o paganas. En la inquisición, el auto de fe por analogía designa la condena a la hoguera de los acusados de supuesta herejía.
Más recientemente, los nazis también emplearon grandes autos de fe desde 1933 en numerosas ciudades alemanas (en principio Berlín, luego Dresde, Bremen, Fráncfort, Múnich, etc). Se destruyeron todos los libros cuyos autores eran disidentes o judíos en gigantescas hogueras en honor al régimen de Hitler (jefe del Estado alemán, 1889-1945). Las obras de Karl Marx (teórico del socialismo y revolucionario alemán, 1818-1883), Sigmund Freud (médico austríaco, fundador del psicoanálisis, 1856-1939), Heinrich Mann (escritor alemán, 1871-1950), Stefan Zweig (escritor austríaco, 1881-1942) o Bertolt Brecht (poeta y autor dramático alemán, 1896-1956) en particular pasaron por las llamas.
Algo parecido sucedió aquí en Argentina. La Universidad Nacional de Luján fue clausurada durante la última dictadura cívico-eclesiástico-militar. La leyenda cuenta que cuando el ministro de educación visitó la sede central, preguntó donde estaban las armas y el rector contestó “En la biblioteca”.
En pocas palabras más, es un libro indispensable para todo aquel que quiera introducirse en la distopía clásica.
Lo único malo que yo le veo es que no llega a desarrollar a los personajes: Montag es impulsivo y todo lo que hace es por ese solo rasgo, Millie(su esposa) es una mujer insulsa que vive embobada por la tecnología que la rodea, Faber es un erudito intelectual que solo actúa cuando Montag le pide ayuda, el jefe de bomberos es un letrado que trabaja de evitar que los demás piensen, lo que le termina llevando a la muerte.
La nota es 8/10 (4/5 ✨), porque creo que daba para más, si se hacía más trabajo en los personajes, pero no se puede negar lo fundacional que es este libro.
Y, como esto es todo, me despido.
Hasta la próxima reseña.
Chaíto!!
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