¡¡¡Saludos, queridxs yogurines y amantes de los libros!!!
Esta semana les traigo la reseña de un libro que hemos leído en el club de lectura, en el bimestre JUL-AGO, en el miniclub de romántica.
Primer libro que leo de Alice Kellen, y que ha sido una muy buena aproximación a esta autora.
Para no hacer más larga la entrada, vamos a la ficha de la autora, aunque me imagino que todos (o, al menos, la mayoría) conocen quien es.
La autora
ALICE KELLEN nació en 1989 y actualmente reside en Valencia. Influida por sus padres, desde muy pequeña se interesó por la literatura y pronto comenzó a escribir sus propias historias. En sus ratos libres, le gusta estar con su familia y amigos, salir a practicar running y viajar. Además, se declara una apasionada de los animales, sobre todo de los gatos, el cine y las series de televisión. Es adicta al chocolate y a las visitas interminables a librerías.
Es autora de las novelas Sigue lloviendo, El día que dejó de nevar en Alaska y El chico que dibujaba constelaciones, que fueron todo un éxito de críticas. Es una enamorada de los gatos.
La obra.
Sinopsis:
¿Y si te diesen un mapa para descubrir quién eres?
¿Seguirías la ruta marcada hasta el final?
Imagina que estás destinada a salvar a tu hermana, pero al final ella muere y la razón de tu existencia se desvanece. Eso es lo que le ocurre a Grace Peterson, la chica que siempre se ha sentido invisible, la que nunca ha salido de Nebraska, la que colecciona palabras y ve pasar los días refugiada en la monotonía. Hasta que llega a sus manos el juego de El mapa de los anhelos y, siguiendo las instrucciones, lo primero que debe hacer es encontrar a alguien llamado Will Tucker, del que nunca ha oído hablar y que está a punto de embarcarse con ella en un viaje directo al corazón, lleno de vulnerabilidades y sueños olvidados, anhelos y afectos inesperados. Pero ¿es posible avanzar cuando los secretos comienzan a pesar demasiado? ¿Quién es quién en esta historia?
Opinión personal:
“Cuando tienes una hermana enferma aprendes a la fuerza a valerte por ti misma. No esperas que tus padres te lean cuentos antes de ir a dormir o que acudan a verte en la próxima competición de patinaje sobre hielo, porque probablemente estarán ocupados intentando que su otra hija no muera por culpa de una infección.”
La verdad es que no le tenía mucha fe a este libro, porque su premisa era del tipo de libros a los que normalmente les huyo.
La cosa va así: Lucy era una chica que fue diagnosticada con cáncer y sus padres tuvieron otra hija cuya misión era salvarle la vida. Pero por complicaciones, Grace no pudo salvarle la vida a su hermana (el típico, más de lo que uno quisiera, caso de la enfermedad de un huésped rechazando el trasplante. Les juro que lo tenía en la punta de la lengua el nombre hasta que tuve que escribirlo).
Ahora, tanto ella como sus padres tienen que vivir con el dolor de la pérdida. Pero resulta que como Grace siempre asumió que había venido a este mundo para salvar a su hermana, ya no sabe cuál es su propósito en la vida.
Hasta que un día su abuelo le entrega un paquete (hecho por Lucy) que ella debe entregar a otra persona (el enigmático Will) para que le ayude en el proceso de sanar, ese paquete contiene el mapa de los anhelos: una caja que contiene una pila de papelitos y cartas que son indicaciones para sanar.
Ahora bien, apenas leí los primeros cuatro capítulos yo dije esto va a ser un bodrio porque no me banco a la protagonista ¡Que además es la narradora! Pero hete aquí la sorpresa, el capítulo 18 me destrozó.
Aun con todo lo malo que ya dije, lo cierto es que yo sí quería leer a esta autora. Es solo que cuando salió ella para que eligiéramos sus libros, la sinopsis de este era la que menos me llamaba, pero el club eligió y bueh, me zambullí aquí.
La novela trata más sobre la pérdida y el duelo, que sobre el romance. Este último se da de una manera un tanto rari, pero queda opacado por la trama de Grace y sus padres tratando de seguir adelante y aprender a vivir con el dolor de la pérdida de la persona que era el corazón de la familia.
Porque, y lo voy a decir como dicen en una de esas pelis del estilo de este libro, Lucy era el sol y su familia son los planetas que orbitan a su alrededor. Una vez que una familia que tiene esa misma dinámica pierde al ser sobre el que orbitan los demas, la verdad es que el resto se pierde (y esto lo digo por experiencia propia), los que le sobreviven pierden el rumbo.
Eso es lo que pasa con la madre de Grace y Lucy, la cual es representada como alguien a quien la enfermedad de su hija mayor la cambió tan radicalmente (desde una persona que entraba en un salón y lo iluminaba a una mujer que no se maquilla, ni se peina, y ni siquiera sale de su casa si no es para acompañar a su hija) que su cambio provocó que su marido dejara de amarla y que hable de su amor en pasado (porque aun recuerda lo que fue amarla).
En el caso de la historia de Will, si bien puedo entender por qué muchos se enojaron con la actitud de Grace hacia él cuando se entera, y también puedo entender porque a muchos le pareció de lo peor del libro, la verdad es que a mí la historia de Will me pareció interesante porque me intrigaba saber cómo él había conocido a Lucy y cómo es que Lucy podía confiar tanto en él para entregarle la responsabilidad de ayudar a su hermana a sanar por la pérdida de ella. La autora no innova para nada con respecto a eso, pero la verdad es que hoy en día cualquier historia es un reciclado de otras ideas. Nada es realmente original y sin embargo a mí me pareció bastante original que la autora incluyera a Will como alguien que también tiene que sanar y lo hace ayudando a Grace.
Además como que no hace falta ser multimillonario para entender que cada uno tiene capas con las que se esconde, sobre todo si el chico sufrió bullying y de adolescente lo cambian de escuela y de ciudad; y entonces siente que es una nueva oportunidad para transformarse, etc… porque eso es lo que hace Will, ese es el único pecado que comete Will y es un pecado que todos cometemos en algún momento (esconder tanto a su verdadero yo detrás de capas y capas y capas de armadura que ese verdadero yo termina medio moribundo), solo que Will termina sufriendo las consecuencias de sus actos de una manera bastante terrible.
“No es fácil regresar del dolor, ese lugar que imagino como la guarida de una araña en mitad de un bosque denso. El dolor posee cierto encanto porque puedes dejarte ir y todo lo demás se vuelve trivial, te sientes casi etérea y liviana al parar de luchar y aceptar el abrazo de la tristeza. Y es fácil desear permanecer en la telaraña balanceándote con suavidad, pero si lo haces, si decides quedarte, corres el riesgo de perderte la hermosura salvaje y apabullante del resto del bosque.”
De los demás personajes no hay mucho más para decir, ya que son necesarios para la trama, pero no aportan gran cosa realmente: el abuelo, Olivia, los padres y el jefe de Will, la amiga de la madre de Grace, el grupo de apoyo… el único que destaco de entre ellos es el padre de Grace, que también tiene que lidiar con el mismo dolor que la madre.
Para finalizar, una pequeña reflexión: este tipo de libros te abren en canal, te enseñan que el dolor de perder a un ser querido no se va nunca, pero también que aún con ese dolor se puede salir adelante (aunque sé por experiencia propia que es más fácil decirlo que hacerlo).
Ah, y el final del libro si que estuvo bonito. 8/10 (4/5 ✨).
Y, como esto es todo, me despido.
Hasta la próxima reseña.
Chaíto!!
Comentarios
Publicar un comentario