¡¡¡Saludos, queridxs yogurines y amantes de los libros!!!
Hoy les traigo la reseña de un libro que fue la premisa para la obra más monumental del género de fantasía, escrito por un autor que (obviamente) revolucionó este género hasta el punto de que obras actuales, grandes obras actuales, tienen muchísima influencia en estos libros.
Ya sea que hayas visto las películas antes de leer los libros o posteriormente a leer los libros, sabrás que también esas adaptaciones revolucionaron la historia del cine, y no es para menos, teniendo en cuenta la obra de origen.
En el caso de este libro las adaptaciones a mí no me gustaron, pero el problema es que tenían que llenar unos zapatos muy grandes tanto por ser la adaptación de este libro como por ser estrenadas como una precuela de las adaptaciones que se basan en la secuela de este libro.
Pero bueno, sin hacer más larga la introducción Solamente les digo que les doy la bienvenida a la tierra media y les paso a contar quién es el autor (si no lo saben) y algunos datos curiosos de él, que aunque sepan quién es hay muchos datos que se pasan por alto.
¿Quién es el autor?
Aquí lo cuentan, y es una muy detallada biografía, de una página que todo fan de Tolkien debería visitar.
Sinopsis:
Bilbo Bolsón es como cualquier hobbit: no mide más de metro y medio, vive pacíficamente en la Comarca, y su máxima aspiración es disfrutar de los placeres sencillos de la vida (comer bien, pasear y charlar con los amigos). Y es que todos ellos son tan vagos como bonachones, por naturaleza, y porque quieren. Pero una soleada mañana, Bilbo recibe la inesperada visita de Gandalf, el mago de larga barba gris y alto sombrero, que cambiará su vida para siempre. Con Gandalf y una pandilla de trece enanos, y con la ayuda de un mapa misterioso, nuestro héroe partirá hacia la Montaña Solitaria a fin de rescatar el valioso tesoro custodiado por Smaug el Dorado, un terrible y enorme dragón. Para eso tendrán que superar muchísimos peligros y toda clase de aventuras que Bilbo jamás hubiera podido ni imaginar y que lo convertirán en el hobbit más famoso del mundo. Lo que Bilbo no sabe es que el anillo que encontró en el camino será el principio de otra gran aventura… la de El Señor de los Anillos.
Cuando alrededor de 1930, J.R.R. Tolkien comenzó a escribir El Hobbit, hacía ya diez años que trabajaba en el vasto panorama mitológico de El Libro de los Relatos, que más tarde se llamaría El Silmarillion. Así como esas crónicas tempranas narraban los mitos inmemoriales de la Primera y Segunda Edad, Tolkien pronto advirtió que El Hobbit iba ordenándose de algún modo como un relato de la Tercera Edad (Gandalf habla del Nigromante en las primeras páginas), aunque las inesperadas aventuras de un pacífico hombre del campo no parecieran tener mucha relación con las vastas y oscuras mitologías de la Tierra Media. El estilo directo y lineal, con alusiones (que el autor deploró más tarde) a un público infantil, no impide la poderosa irrupción —unas pocas veces en términos de comedia— de los grandes temas tolkienianos (el poder, la codicia, la guerra, la muerte) que reaparecerían en una dimensión a menudo obviamente épica en El Señor de los Anillos.
Opinión personal:
“—Yo soy el que entierra a sus amigos vivos, y los ahoga y los saca vivos otra vez de las aguas. Yo vengo de una bolsa cerrada, pero no he estado dentro de ninguna bolsa.”
Mi caso de fanatismo con Tolkien es algo especial, porque soy de la generación que conoció los libros de este autor gracias a las adaptaciones de Peter Jackson, pero yo vi dichas adaptaciones después de haber leído los libros.
Mi madre era fanática de Tolkien y nos hizo leer a mi hermano y a mí los libros de El señor de los anillos cuando se supo que se iba a hacer una adaptación. Cosa ‘e mandinga mi hermano leyó primero los libros de El señor de los anillos porque se los prestaron primero a él, y entonces yo tomé prestado de la biblioteca de la escuela el libro del hobbit.
De eso se traduce que yo leí primero El hobbit y después los libros del señor de los anillos, qué es tal y como recomiendan que se lea esta serie.
Ahora, después de eso, yo no leí los libros que siguen.
Además, como los había leído de libros prestados, los únicos que podía conseguir (las pocas veces que los releí) fueron estos que son los más famosos. Recién ahora consigo tener al menos la mayoría (me faltan las cartas de Tolkien, pero dicen que no son necesarias absolutamente).
Con todo esto aclarado, pasemos a ver qué onda está relectura.
Al inicio es un tanto difícil seguir el ritmo de lectura (cada vez me pasa lo mismo: leo el primer capítulo entre cabezada y cabezada, porque es tan pasivo que me duermo), pero con el paso de los capítulos, el relato se va haciendo más ameno, o por lo menos uno se acostumbra y se vuelve llevadero.
Lo que si, yo siempre me confundo los nombres de los enanos: Balin, Glóin, Bifur, Bofur, Bombur, Dwalin, Ori, Dori, Nori, Óin, Kíli y Fíli. Los últimos dos son los sobrinos de Thorin escudo de roble, el cual es el más importante.
La historia va de Bilbo Baggins (Bolsón, en español), un hobbit-algo así como un mini homo sapiens (de hecho, hay una especie de homo que es apodada hobbit, en relación a la baja estatura de esta especie y comparándola con los hobbits de Tolkien)- que vive en la comarca. Un día, su apacible vida se ve interrumpida por la llegada de Gandalf el gris, un mago que le encarga la tarea de ser el saqueador de la compañía de Thorin, un rey enano que quiere recuperar su trono en la montaña solitaria, lugar del que los enanos fueron expulsados por el dragón Smaug.
A partir de allí, Bilbo y los enanos compartirán una aventura que les cambiará la vida para siempre.
Lucharán contra trasgos y arañas gigantes, escaparan de los elfos del bosque negro, comerán en la casa de un hombre-oso y probarán la hospitalidad de los hombres del pueblo vecino a la montaña solitaria.
Además, Bilbo conocerá a Gollum, criatura a la que le ganará el anillo único.
Todo esto, relatado en forma de novela para niños, porque a pesar de lo que se ve en la adaptación (que a mí entender no le llega a los talones), esta es una historia para niños, muy lejana de las escenas épicas que nos mostraron en el cine.
No voy a decir que es tan buena como su sucesora, porque por algo aquella es más conocida, pero sí diré que es un muy buen punto de partida para iniciar en la lectura de Tolkien. Es fácil de leer e incluso, si te molestan las canciones que incluye (porque respeta hasta ese punto el folklore en el que se basa), podés saltearlas y continuar con la aventura. Si bien no es una de esas épicas que te dejan al borde del sillón, si que es una lectura que podés leer en voz alta a los más pequeños de la familia. La nota es 8/10 (4/5 ✨)
Y, como esto es todo, me despido.
Hasta la próxima reseña.
Chaíto!!
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