¡¡¡Hola a todxs, queridxs amantes de la literatura!!!
Esta semana les traigo la reseña de un cuento argentino escrito en los finales de la última dictadura cívico militar de este país y que habla sobre la educación. Una recomendación para docentes, si no lo conocían, y una reseña con un poco de nostalgia porque este era un cuento que se daba en secundaria en provincia de Buenos Aires al menos hasta hace 10 años.
Como siempre, antes de la reseña va a estar la ficha del autor.
El Autor:
Nació en Córdoba el 12 de febrero de 1910, hizo la secundaria en el Colegio Nacional Rafael Hernández, en La Plata. A los dieciocho años ingresó en la Universidad de Buenos Aires donde fue alumno de Pedro Henríquez Ureña en biología y de Alejandro Korn en filosofía. En 1939 comenzó a enseñar en la Universidad Nacional de Cuyo, y posteriormente, hasta 1947, en la Universidad Nacional de Tucumán. Al mismo tiempo, era editor de la sección literaria del periódico socialista La Vanguardia de Buenos Aires. También en 1931 ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras. En 1941 se graduó de profesor, en 1945 se doctoró en letras.
En 1967 ingresó en la Academia Americana de Artes y Ciencias y en 1978 fue nombrado miembro de la Academia Argentina de las Letras, de la que ejerció la vicepresidencia entre 1980 y 1986. En 1974 fue finalista del premio Cervantes. En ese año fue designado Profesor de Literatura Hispánica en la cátedra Víctor S. Thomas de la Universidad de Harvard, cargo que mantendría hasta su jubilación en 1980. Fue elegido miembro de la Academia Argentina de Letras en 1979. En 1984 recibió el Premio - Diploma al Mérito por su trayectoria como cuentista.
Ya retirado de la actividad docente, Enrique Anderson Imbert continuó con su pasión por la escritura, incursionando en los géneros más diversos. Todos los años regresaba durante unos meses a Buenos Aires, donde falleció a finales del año 2000 a la edad de 90 años. En su lecho de muerte bosquejó un cuento corto: la historia de un violinista que, a punto de comenzar un concierto que definirá su carrera, descubre que ha olvidado la partitura. Durante toda su vida reivindicó su adhesión al socialismo.
Opinión personal:
“Ganas de estudiar, Blas no tiene. Abre su cartera y saca, no el dispositivo calculador, sino un juguete. Es una cassette. Empieza a ver una aventura de cosmonautas. Cambia y se pone a escuchar un concierto de música estocástica.
Mientras ve y oye, la imaginación se le escapa hacia aquellas gentes primitivas del siglo XX a las que justamente ayer se refirió el tutor en un momento de distracción. ¡Cómo se habrán aburrido, sin esa cassette! Allá, en los comienzos de la revolución tecnológica - había comentado el tutor - los pasatiempos se sucedían como lentos caracoles.
Un pasatiempo cada cincuenta años: de la pianola a la grabadora, de la radio a la televisión, del cine mudo y monocromo al cine parlante y policromo. ¡Pobres! ¡Sin esta cassette cómo se habrán aburrido!”
"Cassette" es un cuento de ciencia ficción que explora un sistema educativo futurista y se incluye en la antología "El miedo en el cuento". Fue escrito en 1982, en el último año de dictadura argentina.
Cuenta la historia de Blas, un niño en edad escolar que es castigado por su maestro y se encuentra en el aula de castigo. Es el año 2138 y Blas de aburre y no quiere estudiar lo que le imponen.
Es así como a partir de un aparato que llama Cassette, el niño reinventa el libro.
Pero la historia no solo nos habla de Blas y su paralelismo con Blas Pascal, también nos habla de una sociedad que impone qué es lo que debemos saber y qué no, hace una muy interesante denuncia sobre los sistemas de educación y la cultura en general.
Es un cuento muy corto que te deja pensando mucho tiempo, y del que se pueden sacar muchísimas conclusiones:
¿Por qué la comunicación en 2138 es solo oral?
¿La educación debe solo tener en cuenta nuestras aptitudes o también nuestros gustos?
¿Los niños deben saber solo lo que se refiere a su camino educativo?
¿Qué más nos quiere decir el autor?
Muy bueno, muy recomendable para replantear adónde queremos llegar como cultura. 8/10 (4/5✨).
Y, como esto es todo, me despido.
Hasta la próxima reseña.
Chaíto!!



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